domingo, 7 de abril de 2024

MANIFIESTO TRANSREALISTA - v.1


 



Este es un manifiesto de carácter psicoliterario. O sea que también podría ser filosóficoliterario porque la Psicología no deja de ser la Filosofía todavía dando sus primeros e imaginados pasos.

 

El Transrealismo bebe del Infrarealismo de los escritores chileno Roberto Bolaño y mexicano Mario Santiago Papasquiaro.

También de la Transcursividad del filósofo colombiano (gracias, Rosita) Edgar Garavito. Véase su obra La transcursividad: crítica de la identidad psicológica. En la misma se aconsejan formas de escapar a uno mismo, a la propia identidad. Eso es importante.

El Teatro del Absurdo con, por ejemplo,  Ubú Rey, Esperando a Godot o La cantante calva siempre está arrinconado pero preparado para hacer su aparición.

La Transrealidad adora al Surrealismo y al Dadá.

¿Hablamos de Borges y El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha?

Es feminista radical y tremendamente antifascista.

Es literatura y acción política .

Ama al japonés Haruki Murakami.

Es Construccionismo social  y es una práctica intensamente colaborativa y dialógica.

Es el frenesí y los movimientos inmoderados y los sueños que no se van.

No tiene pasado ni futuro. Ni siquiera tiene presente. No me preguntes por qué.

No hay por qués. Las cosas pasan o no sin más. Es la vida misma.

Otro día, más, Ahora, que ya no es ahora, esta es la v.1 (versión uno; supongo que está claro). Habrá más.

Gracias.

sábado, 23 de marzo de 2024

Cómo leer y entender a Murakami


 Foto: Murakami en el sillón de leer acompañado por los Beatles y otros. Producción propia. 2023.

Publicado originalmente en El Escritor.es el 30 de enero de 2023.


«Dicen que introducir un sueño (real o inventado) en una novela es una opción arriesgada».

Haruki Murakami, Sputnik, mi amor. 1999.

Supongo (y supongo que supongo bien) que sabes quién es Haruki Murakami (1949), el escritor japonés, uno de los autores contemporáneos vivos más leído y eterno aspirante al Premio Nobel (todo llegará, yo creo; aunque a mí personalmente me da del todo igual). Si no has leído nada de él o no sabes quién es, googlea su nombre y encontrarás información enseguida.

He de decir que es uno de mis autores favoritos y me lo he leído (casi, que yo sepa) todo. Siempre me ha gustado y espero que pronto publique algo nuevo. Aunque cada vez que vuelvo a leer alguna de sus novelas me parece diferente… ¿cómo lo hará? La primera que leí una fue ya hace unos años: Uno cu ochenta y cuatro (1Q84) publicada en japonés en 2009 (libros 1 y 2) y en 2010 (libro 3) y en español en 2011 (los tres). La he vuelto a leer hace poco y no, no es que no me acordara; es que he visto cosas que la primera vez no ví. ¡Acojonante! Y así con otras: Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995, ¡madre mía, qué maravilla!), Sputnik, mi amor (1999), Kafka en la orilla (2002), Los años de peregrinación del chico sin color (2013),… O sea que la inversión hecha en comprar sus libros es de las buenas: ¡se puede estar toda una vida leyendo y volviendo a leer a Murakami con la garantía de que una o uno jamás se aburrirá! Bueno, así lo veo yo, vaya.

Reconozco que a la hora de escribir el japonés me ha influido y sigue haciéndolo —entre muchos otros—. No hay que avergonzarse por eso, por reconocer las influencias de otros autores o autoras, ¡faltaría más! En mis obras lo cito en algunas ocasiones e, incluso, en una de las próximas, (Casa con vistas, en proceso; título provisional) llego a mantener una breve conversación con él:

«XIV. Andando andando va y me encuentro con Haruki Murakami

—Ye, chaval, ¿cómo va todo?

—¡Hombre! Me alegro de verte. Bien, bien, aquí tomando un poco el fresco mientras veo brillar las estrellas imperfectas en el cielo.

—¡Qué interesante! Pero las estrellas no son imperfectas, ¿no?

—¿Cómo lo sabes?

—Bueno, más que saberlo lo supongo. Son obra de Dios y, como tal, son perfectas. Toda la obra de Dios lo es; nadie duda de que eso sea así.

—¿Estás seguro?

—Vaya, seguro seguro no lo estoy, eso está claro. Pero todo parece indicar que lo es.

—No te fíes de las apariencias.

—Ya. No es la primera vez que me lo dicen esta noche eso de las apariencias. Aunque, si quieres que te diga la verdad, pensar así me parece bastante inútil.

—Vale. «Pero, si se me permite formular una anodina teoría general, en nuestra vida imperfecta las cosas inútiles son, en cierta medida, necesarias. Si de la imperfecta vida humana desaparecieran todas las cosas inútiles, la vida dejaría de ser, incluso, imperfecta» (Murakami, Haruki. Sputnik, mi amor. 1999).

—Vaya. Estás filosófico hoy, ¿eh?

—Un poco, sí.

—Yo creo que las cosas inútiles también tienen su utilidad.

—No estoy hablando de cosas.

—¿Entonces?

—Se trata de las personas. Las personas inútiles no son útiles, pero sí que son necesarias.

—¿Por oposición o complemento?

—No, no, déjate de esos rollos budistas del Yin y el Yang, que yo de eso sé más que tú gracias a mis orígenes culturales y es todo mentira.

—De acuerdo, será mentira, pero es útil. Hay algunos miles de millones de personas que así lo creen.

—Creer tampoco sirve para nada, pero es necesario, si no esto sería una locura.

—¿Esto?

—La vida.

—Ya. Ya lo es.

—Cierto, pero no necesario.

XV.     En ese momento pasa por delante nuestro una centaura

Ella va paseando tranquilamente mientras degusta un dulce de algodón de color rosado. Sé que es una centaura y no un centauro porque sus rasgos son femeninos y además me fijo y no tiene pilila; la inmensa mayoría de mujeres no dispone orgánicamente de eso. Haruki se va porque creo que nuestra conversación ya le aburre. Yo pienso que mejor que una centaura hubiera sido que pasara una unicornia que están más de moda y eso me daría mucho juego narrativo e imaginativo. Pero las cosas son como son».

Permíteme copiar y pegar este comentario de mi Facebook como autor (https://www.facebook.com/Josepseguidolzautor) de hace algo más de un año:

«Tras una intensa lucha interna para terminar de leer una de las millones de “novelas negras”, que son todas iguales, he decidido retornar al placer de la lectura continuando con Haruki Murakami de quien aún me faltan cosas por leer, pero que nunca me defrauda. La lucha interna ha sido porque a cada página de esa dichosa novela de policías y malos de la que no voy a decir el título ni nada más (en la faldilla o como se diga eso asegura haber vendido más de medio millón de ejemplares, o sea que ya tiene bastante, ya); a cada página, digo, tenía que hacer un esfuerzo para no dejar en el montón de “libros horribles que no he terminado ni terminaré nunca” por motivos digamos que “profesionales”. Y el esfuerzo me ha dejado tremendamente cansado y aburrido.

Pero Murakami no:

«…

“Sin la mediación de su madrastra, Sumire tal vez hubiera sido arrojada, sin blanca y sin las dosis necesarias de sentido común y equilibrio para desenvolverse en el mundo, a este erial desprovisto de humor -por supuesto la tierra no se desloma girando alrededor del sol para divertir a los seres humanos- que llamamos realidad. Pero, a lo mejor, eso habría sido positivo para Sumire”. Pág. 17.

¡Uffff!

Murakami, Haruki (1999). Sputnik, mi amor».

Tengo que confesar que, para mi sorpresa, su última novela, La muerte del comendador (2017, dos tomos y unas mil páginas en total), no acabó de llegarme. Déjame, por favor, que copie y pegue esta vez de mi página personal de nuevo en Facebook (https://www.facebook.com/josep.s.dolz) en octubre de 2022:

«No cabe la menor duda de que ES Murakami, ¿eh? Pero, no sé, me ha decepcionado un poco (aun siendo buenísimo). Tal vez había depositado demasiadas expectativas o tal vez necesite leerlo otra vez…

No obstante:

“Una buena metáfora consigue que aparezcan las posibilidades latentes que hay en todas las cosas” (La muerte del comendador, 2017, libro II, p. 341).

Seguramente ahí está la clave y yo no he sabido verla. Lo volveré a leer pronto, a ver…».

Sí, posiblemente el momento en que lo leí no era el mejor. O lo hice demasiado deprisa.

A este último respecto quiero decir que, aunque han existido siempre, últimamente proliferan los cursos de lectura rápida. Bueno proliferan los cursos de todo, hasta de coaching para saber cómo hay que poner el ojete al ir a cagar, por ejemplo.

Lo de la «lectura rápida» es un error. Mejor: un horror. Yo creo que hay que dedicar tiempo al tiempo, que hay que disfrutar de leer, no solo del contenido en sí, si no de la forma. A pesar de que los libros de Haruki son —en su mayoría; los primeros los escribió en inglés— traducciones del japonés (¡qué bonito sería conocer ese idioma para poder leerlo en original!) yo confío en la profesionalidad de quienes traducen y disfruto de cada palabra, de cada frase, de cada situación, de las formas de cada una de las historias que contienen las obras de nuestro autor. Y para eso hace falta tiempo y calma: leer, releer, lamerse los labios de gusto e incluso dejar que florezca ese cosquilleo en la entrepierna, aunque Murakami no es que sea muy explícito en cuanto al sexo. Pero no es eso a lo que me estoy refiriendo. Es la especie de sensación casi orgasmática cuando una o uno lee y paladea calmosamente las palabras y las frases y todo eso que ya he dicho. Sea de quien sea, ¿eh?; no solo del japonés. Eso es placer. Y si no hay placer en una novela… pues… ¡a la mierda!

En fin, alguien dirá que estoy tonto, que más bien debería dedicar este espacio que amablemente me facilita cada semana el periódico para promocionar mis obras (ya lo hago en el párrafo siguiente); no las de otro autor, que quien lea esto antes comprará (si confía un poquitín en mí) una novela de Haruki que una mía. Pues no. Soy consciente de lo que hago publicando esto. Mi intención está clara: si no habías leído nada de él y lo haces gracias a estas humildes palabras, pues me sentiré muy contento porque tú también te alegrarás y serás feliz un ratito, lo que dure tu lectura o incluso más. Seguro. Y ya si, además, compras y lees alguna de mis novelas pues la felicidad será total y compartida.

(Aprovecho, con tu permiso y por si te interesa, para comentarte que mi nueva novela, La chica que ha perdido el norte (2023) ya se ha publicado y va estando disponible: https://www.josepseguidolz.info/la-chica-que-ha-perdido-el-norte).

NOTA: releyendo lo escrito me temo que te he sido infiel. Al volver a mirar el título de este artículo veo que es posible que sí que me haya referido por lo menos un poco a cómo leer a Murakami; pero no a cómo entenderlo, perdona. Y es que hay bastante gente que no lo entiende o, incluso, que dice que en muchas de sus novelas no pasa nada… ¡Ja!

La cuestión es que no hay nada que entender

¡Saludos!

Josep

https://www.josepseguidolz.info

viernes, 15 de marzo de 2024

El género LITERARIO


 (Imagen: wayraeduca.com)


¡Hola!

Escribo lo de «literario» en mayúsculas porque quiero dejar bien claro desde un principio que en estas breves líneas no me voy a referir al género sexual o erótico, que eso seria más bien cosa de la Psicología (aunque los biologicistas o genetistas o… no quieran).

Y es que tengo un problema aparentemente grave con eso del género literario: no me adscribo a ninguno (excepto a grandes rasgos y por ahora, al de la novela). No escribo novela negra, ni policíaca (¡ni loco!), ni romántica, ni histórica, ni… (poner todos los calificativos que se quiera).

Y no me adscribo a ninguno no porque no quiera, si no porque no me sale. Es que es así, no me sale y ya está. Claro que molaría mogollón decir: «¡Porque no me da la gana!» Y ya está. Pero no, soy malo; pero no tanto.

Mi última novela publicada, https://www.josepseguidolz.info/el-rompecabezas-blanco, ha sido calificada, por ejemplo, como «thriller político». Y sí, no digo que no tenga bastante de eso.  Pero es que tiene mucho más. Yo mismo he hablado de ella públicamente, con reparos, como una «novela de amor». Y también se podría decir que es una «novela erótica». Y más cositas...

No digo nada de la que estoy escribiendo en estos momentos, ¡madre mía!

Pero claro, es que no me gusta (ni esta ni mis otras novelas), encasillarlas. El problema es que las editoriales y también las librerías necesitan organizarse un poco. Aunque con mi editorial —Atlantis— no he tenido ningún problema al respecto, ni creo que lo tenga.

En fin, este es un asunto para debatir largo y tendido. ¿A qué género pertenece Murakami? ¿ Palahniuk? Me voy a atrever a decirlo, venga: ¿Cervantes? ¿Y…?

Pues bueno, va y con la excusa de la presentación por videoconferencia de “El rompecabezas blanco…” (¡ay!, ya se me ha escapao…) pues igual podemos hablar de estas y otras cosas.

 

Sí, no quería decir nada todavía; pero dentro de poco avisaremos para hacer una presentación por Zoom o similar. Lo haremos con tiempo y a un horario que vaya también más o menos bien en Latino América, trankis, que os esperaremos a todas y a todos. Claro que no podré dedicar ejemplares de mi puño y letra y con mi firma. Pero voy a ver qué me invento, que algo saldrá, ¡seguro!

¡Abrazos!


sábado, 17 de febrero de 2024

¡No escribo novela negra ni policíaca!

 



(Imagen Colector. Libre en Internet)


Tal vez estoy en un error. Y, al menos comercialmente, muy gordo. NO ESCRIBO NOVELA NEGRA NI POLICÍACA ni similares.

Es cierto que en algún lugar clasifican mis novelas en esos géneros. Y lo entiendo porque, en verdad, el color predominante en mi página web y en el fondo de las portadas y contraportadas de mis novelas es el negro.  ¡Coño, es que me gusta! Pero bueno, en algún momento estaré a tiempo de cambiarlo si lo decido así.

Y no escribo ese género sencillamente porque, en general, no me gusta, especialmente el contemporáneo (sí el clásico) y, básicamente, el que se escribe en España. Todo el mundo escribiendo y publicando novelas policíacas (empiezo a hacer ya la distinción con la negra porque no son exactamente lo mismo), desde autores consagradísimos (hoy no doy nombres; otro día sí) hasta recién nacidos a la tipografía industrial. Todos contando lo mismo y con gente o animales andando por las calles con cabezas sangrientas recién cortadas en sus manos o sus fauces. O cosas peores. ¡Puag, qué asco!

Y he comenzado diciendo que tal vez esté en un error (comercial) porque parece que ese género y subgéneros derivados se venden como churros. Será que a la gente le gusta leer de eso y, claro, el cliente siempre tiene la razón. Bueno, seguiré siendo pobre y vendiendo muy poco; pero no, no pienso escribir novela policíaca o similar. Aunque si a alguien le apetece leer algo diferente, ya sabes: Josep Segui Dolz I autor. Y ahí, para que no te gastes el dinero a tontas y a locas, puedes leer extractos, reseñas, etcétera de mis novelas.

¿De qué, entonces van (las novelas, digo)? Pues no lo sé. Mis editores, otros profesionales relacionados y yo mismo tenemos auténticos problemas para clasificar mis obras. Bueno miento: yo no. Y yo no tengo problemas porque me da absolutamente igual. Escribo lo que me da la gana sin pensar en ningún momento en el género u otros tópicos típicos de los manuales y las escuelas de escritura.

¡Ay las modas, las modas! Hasta hace muy poco molaban (sobre todo entre la gente más joven) las historias de amores imposibles con vampiros, hombres lobo y todo eso. Ahora creo que ya no tanto, aunque los mundos fantásticos medio de Ciencia Ficción y tal creo que arrasan. No digamos los magos adolescentes. Y eso que el famoso ese de las gafitas ya lleva años, ya. Tampoco hace mucho que entre los más mayores (incluso muy eso, mayores) lo de las ‘sombras’ producía más de un orgasmo o facilitaba noches de sexo irrefrenable. No puedo dar una opinión más o menos fundada porque no he leído nada de esa saga (ni he visto las pelis). Pero, desde luego, si su lectura facilita que la gente se ponga caliente y folle más, ¡muy bien!

Pues eso. He sido muy breve. Tampoco quería lanzar ningún mensaje trascendental desde el púlpito de mi opinión, que esto no es más que eso. Y no pretende ir más allá, trankis.

Otro día hablaré de Dan Brown (ya sabes ese tan rico y famoso de ‘El código Da Vinci’ y más) y —¿por qué no?— del Arturo Pérez Reverte, el de la RAE. ¡Coño, ya he dicho nombres! Perdón.

 

¡Saludos!

 

P.E.: Por favor que no se enfade ninguno de mis amigos que trabajan en novela negra. Lo que escribís vosotros SÍ que me gusta. Lo sabéis.