sábado, 17 de febrero de 2024

¡No escribo novela negra ni policíaca!

 



(Imagen Colector. Libre en Internet)


Tal vez estoy en un error. Y, al menos comercialmente, muy gordo. NO ESCRIBO NOVELA NEGRA NI POLICÍACA ni similares.

Es cierto que en algún lugar clasifican mis novelas en esos géneros. Y lo entiendo porque, en verdad, el color predominante en mi página web y en el fondo de las portadas y contraportadas de mis novelas es el negro.  ¡Coño, es que me gusta! Pero bueno, en algún momento estaré a tiempo de cambiarlo si lo decido así.

Y no escribo ese género sencillamente porque, en general, no me gusta, especialmente el contemporáneo (sí el clásico) y, básicamente, el que se escribe en España. Todo el mundo escribiendo y publicando novelas policíacas (empiezo a hacer ya la distinción con la negra porque no son exactamente lo mismo), desde autores consagradísimos (hoy no doy nombres; otro día sí) hasta recién nacidos a la tipografía industrial. Todos contando lo mismo y con gente o animales andando por las calles con cabezas sangrientas recién cortadas en sus manos o sus fauces. O cosas peores. ¡Puag, qué asco!

Y he comenzado diciendo que tal vez esté en un error (comercial) porque parece que ese género y subgéneros derivados se venden como churros. Será que a la gente le gusta leer de eso y, claro, el cliente siempre tiene la razón. Bueno, seguiré siendo pobre y vendiendo muy poco; pero no, no pienso escribir novela policíaca o similar. Aunque si a alguien le apetece leer algo diferente, ya sabes: Josep Segui Dolz I autor. Y ahí, para que no te gastes el dinero a tontas y a locas, puedes leer extractos, reseñas, etcétera de mis novelas.

¿De qué, entonces van (las novelas, digo)? Pues no lo sé. Mis editores, otros profesionales relacionados y yo mismo tenemos auténticos problemas para clasificar mis obras. Bueno miento: yo no. Y yo no tengo problemas porque me da absolutamente igual. Escribo lo que me da la gana sin pensar en ningún momento en el género u otros tópicos típicos de los manuales y las escuelas de escritura.

¡Ay las modas, las modas! Hasta hace muy poco molaban (sobre todo entre la gente más joven) las historias de amores imposibles con vampiros, hombres lobo y todo eso. Ahora creo que ya no tanto, aunque los mundos fantásticos medio de Ciencia Ficción y tal creo que arrasan. No digamos los magos adolescentes. Y eso que el famoso ese de las gafitas ya lleva años, ya. Tampoco hace mucho que entre los más mayores (incluso muy eso, mayores) lo de las ‘sombras’ producía más de un orgasmo o facilitaba noches de sexo irrefrenable. No puedo dar una opinión más o menos fundada porque no he leído nada de esa saga (ni he visto las pelis). Pero, desde luego, si su lectura facilita que la gente se ponga caliente y folle más, ¡muy bien!

Pues eso. He sido muy breve. Tampoco quería lanzar ningún mensaje trascendental desde el púlpito de mi opinión, que esto no es más que eso. Y no pretende ir más allá, trankis.

Otro día hablaré de Dan Brown (ya sabes ese tan rico y famoso de ‘El código Da Vinci’ y más) y —¿por qué no?— del Arturo Pérez Reverte, el de la RAE. ¡Coño, ya he dicho nombres! Perdón.

 

¡Saludos!

 

P.E.: Por favor que no se enfade ninguno de mis amigos que trabajan en novela negra. Lo que escribís vosotros SÍ que me gusta. Lo sabéis.