domingo, 5 de junio de 2016

Motivación, superación, autoestima,…

Imagen: encontrada en internet libre de derechos

Hay bastantes cosas en este mundo tan raro que nos circunda al tiempo que nosotras y nosotros lo circundamos que me llaman poderosamente la atención. Por ejemplo, todos los discursos de motivación, superación, mejora de la autoestima y etcétera.

Desde luego no son nuevos. Es posible que hayan existido siempre; no en vano las religiones pueden tener una gran parte de sus bases en esas cosas. Y también es posible que en tiempos de crisis económicas, estos discursos se refuercen. Como los de la espiritualidad. No soy el primero que lo dice, aunque ahora no recuerdo exactamente quien lo dijo antes. Sorry.

Hace unos veinte años asistí en mi ciudad a la presentación de un curso de esos de motivación en los que la gente acaba caminando descalza sobre brasas. Creo que aún se hacen esas cosas. Las modas se repiten. O no se terminan nunca, que es lo mismo...

Lo que más gracia me hizo de la presentación fue que uno de los presentadores -sic- dijo tan alegremente y todo convencido que no era psicólogo, pero que se presentaba como tal porque cualquier persona es capaz de actuar “como si” lo que quiera actuar. Solo necesita eso, motivación… Esto me motivó bastante para abandonar la presentación y, por supuesto, no inscribirme al curso. Ya tenía claro que no lo iba a hacer. La verdad es que pagar 600,00 euros más o menos por estar dos días hablando de lo bueno que eres, lo mucho que vales, abrazando a todo dios y caminando sobre cenizas no me parece una inversión muy aconsejable.

Pero bueno, todo esto viene a cuento de que ayer vi en la televisión una entrevista que le hicieron a un deportista de élite y ‘coach’. Hasta aquí nada nuevo ni destacable. Lo que hacía especial a esta persona es que era invidente. Sí, ciego, que no ve.

Sin ninguna duda tengo un gran respeto y aprecio hacia todas las personas con capacidades diferentes a las habituales. Y, sin ninguna duda también, me pareció que este chaval hacía cosas tremendamente especiales incluso para muchas personas que sí que podemos ver. Nadar, correr, bicicleta,… a niveles de rendimiento deportivo muy elevados.

Lo que me molestó un poco es que en un momento dado me dio algo de 'cosa' el aire de triunfador –a lo que el entrevistador le ayudaba mucho, claro- del chico. Llegué a pensar algo así como, “qué envidia no ser ciego para poder hacer todas esas cosas”. Y aquí está el asunto que me trae a escribir en el blog. Que este chaval, o cualquier otro, sea campeón en deportes paralímpicos es excelente. Que eso se venda como un producto más del coaching de motivación y tal, ya me parece tremendamente cruel. Cruel para las muchas personas en su situación o parecidas -u otras- que nunca llegarán a ganar una medalla olímpica, salir por la tele haciéndose publicidad, escribir y publicar un best-seller de autoayuda, ni cobrar una pasta por sus conferencias.

Claro que mientras haya quien pague por eso…

Por cierto, el subtítulo del best-seller es "El secreto está en tu mente". En fín...

Vale, lo dejo aquí por ahora…


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